24 abril 2010

¿PEREZA, DESCONOCIMIENTO O MALA FE?


La "pereza" de nuestro actual lenguaje público me llama mucho la atención y dirán ustedes, que puede ser reflejo claro de nuestra desgana y nuestra pérdida de valores e identidad. Tengo dudas de cuáles son los parámetros que influyen directamente en esta desgana verborréica, pero lo que tengo claro es que la formación y la lectura son valores "a la baja" en la sociedad española de 2010. Este lenguaje "perezoso" y pobre está de moda en España, y es una pena que nos dejemos contagiar por éste y no utilicemos las posibilidades que la riqueza del castellano nos ofrece. Desde mi punto de vista, se confunde o se quiere confundir el mensaje directo y claro con el mensaje vago.

Políticos y personajes mediáticos copan el mensaje público, pero para perjuicio de los españoles estos "referentes" no se apoyan en lecturas de intelectuales y escritores, sino en muletillas y expresiones "escoba" que produce la hoy deformada creación de "marcos". Estas palabras escoba no es que barran basura, es que sustituyen la precisión en las palabras que escogemos por discursos ambiguos o vacíos, y nos sitúan en la cima de la indiferencia.

Roosevelt llamaba a estas expresiones "palabras comadreja", porque la comadreja chupa la yema y la clara del huevo dejándolo vacío, y esto hacen estas expresiones con los discursos. En esto no le faltaba razón al político intervencionista que tardó en encontrar su espacio.

Expresiones como "hacer país" o "hacer política" sustituyen a las de "gobernar bien" o "servir a los ciudadanos para conseguir algo determinado" y aunque es cómodo emplear el verbo "hacer" y vale para todo, sin duda empobrece y evita asignar la expresión adecuada en cada caso. También usamos conceptos como "cohesión social" o "transversalidad" de una forma viciada y vacía, sin embargo la demagogia de algunos, ha conseguido que términos como estos adquieran una connotación positiva con solo oírlos. A mí me sugieren muy al contrario, una sensación de confusión de ideas del que está pronunciándolos.

No abordaré en este post los discursos de los secesionismos españoles que utilizan el castellano y otros idiomas españoles para alejarnos de la realidad histórica y del cumplimiento de las leyes que todos nos hemos dado desde el engaño. Para muestra el botón deshilvanado de Ibarretxe: "¿Qué hay de malo en que los vascos decidan su futuro?".
¿Se puede mentir con algo más facilón que esto?